Mi madre tenía un tío,
le llamaban Chacho Juan, presidiendo el sindicato por votación popular.
Cuando venía con su burra y su carga de melones, los muchachos intentaban agarrar sus pantalones
Le pedían un melón, él no se lo quería dar, a todos les preguntaba, ¿has zachado el melonar?
Como contestaban ¡no! a todos se lo negó, les daba cuatro tomates, contentos se iban tos.
Cuando da vista a su casa ¡ya he llegao! ¡Que alegría! está cortada la calle, traen esparto… a la empleitería.
Eran los años cincuenta cuando esto sucedía, recuerdo otras muchas cosas de vida en la empleitería.
Se trataba del esparto, que traían a Manuel Sánchez, aunque llenaban la calle, lo metían en un instante,
Era un trabajo muy duro pa las mujeres que había más duros eran los palos que la vida les traía
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Recuerdo muchas mujeres
que hacían empleita, y siendo trabajo ingrato están contentas.
Eran tiempos de miseria, de mucha hambre que había, no por ello se olvidaban los momentos de alegría.
Le gente necesitada vive en plena austeridad, pero nunca dejan de lado el trabajar y cantar
Cuanto me sorprendía no lo podía comprender como pasaban los días buscaban poder comer.
Así fueron esos años, altozano las Bellotas, viendo rastrar una caña las mulas están que trotan.
Son recuerdos que me vienen y salen de igual paquete con mulas de Paco Sena y también las de Dieguete.
Hoy no hemos ido al huerto, ni tampoco a la era, pero esta tarde si vamos a por piedra a la pedrera.
Para rematar el día jugamos al escondite en el Altozano Pingote siempre estábamos al quite.
DC Levita
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