Dura en fortaleza,
dura en sufrimiento,
dura en templanza,
dura en ilusiones,
dura en su batallar.
Extrema en acogida,
extrema en su bondad,
extrema en su carácter,
extrema en su lealtad,
extrema en sus gentes,
que repartidas por el mundo están.
Extremadura querida,
cuántas cosas tú nos das,
si las gentes que lo habitan
lo supieran apreciar,
cuánta gente viviría
sin faltarle “na” de “na”.
Tenemos sol, tenemos agua,
tenemos tierra…
¿si casi todo tenemos,
por qué quedarnos atrás?
Apostemos por Extremadura
con humildad y con tesón,
que las cosas se consiguen
con trabajo, con tesón.
Extremadura: Si tiro de mis recuerdos
y echo la vista atrás,
visualizo a mis abuelos,
los dos segando están
con el sombrero de paja,
el dedil y lo demás,
sudando la gota gorda
pero contentos de verdad,
pues recogen su cosecha
con ilusión y humildad,
y ahora viene la máquina
y lo hace en un pispás.
Extremadura, tierra de conquistadores:
Pizarro, Cortés, Valdivia,
gente muy valiente y audaz.
Y ahora en el siglo XXI
¿nos vamos a achicar?
Extremadura de bellos pantanos,
embalses a rebosar,
de agua limpia y cristalina.
Extremadura romana:
Mérida, Cáceres, Medellín…
Extremadura medieval,
tierra de muchos castillos
y belleza sin igual.
Francisco Cano Arcos (Dieguete)