Tu presencia me conmueve

Nos parece muy difícil

la poesía a nuestra Patrona

si le miras a la cara

el verso enseguida asoma.

 

Barranquera te queremos,

Barranquera tu eres madre,

acoge a tu Campanario

como hijos de tu sangre.

 

Campanario por ti vive,

Campanario en ti confía,

no permitas que tu Hijo,

deje de ser nuestro Guía.

 

Me gusta tu semblante, Madre,

y tu corona como Reina,

la fragilidad del niño,

que tu brazo lo sustenta.

 

Danos tu fuerza, Redentora,

somos débiles, te queremos,

si nos enseñas a amarnos,

en el cielo nos veremos.

 

Acepta nuestro sentir,

y también nuestro embeleso

tu hermosura nos atrae,

nos sentimos como presos.

 

Si Dios te eligió por Madre

con gozo tú lo aceptaste,

te viniste a Campanario,

en nuestro corazón entraste.

 

Por eso te queremos,

a donde estés te seguimos

esperamos tu consuelo

a tu manto nos unimos.

 

Eres parte del misterio,

mi querida Virgencita,

para ellos eres María,

para nosotros Piedra Escrita.

 

Confío en tu gozo pleno,

el sufrir ya quedó atrás,

por tu amor a nuestro Dios,

gran poder te otorgará.

 

Derrama en tu humilde pueblo,

bendiciones y progreso,

tú sabes cuanto te quiere,

cuanto te llena de besos

 

Por amor llevaste dentro,

al Santo fruto en tu vientre,

en nuestras adversidades,

queremos verte presente.

 

Siempre estamos a tu lado,

en el pueblo y en tu Ermita,

en la ida y en la vuelta,

hasta la última cita.

 

Cuando miramos tu cara,

tan bonita y tan chiquita,

los mejores sentimientos

a nosotros nos suscita.

 

Por eso necesitamos

verte con mucha frecuencia,

evitando las distancias,

y en nuestra mente tu ausencia.

 

Nuestras sentidas palabras

y tus bellos sentimientos,

se unen en un abrazo

que trasciende nuestro tiempo.

 

Cristalinas aguas corren,

por tu Gualefra y Cestero,

así corren los amores,

que nosotros te ofrecemos.

 

Y aunque muchos te quisieran

en exclusiva en tu Ermita,

los mismos también comprenden,

que el mundo te necesita.

 

Lo bueno es reconocer,

que de todos eres Madre,

y por tu infinito amor,

tu corazón se nos abre.

 

De modo especial se te quiere,

en Campanario y Serena,

llénanos de tu alegría,

aléjanos de la pena.  

 

DC “Levita”

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