El día discurre en temida espera,
hay corazones que vibran,
estamos en primavera.
Unos y otros se cruzan,
se saludan gentilmente,
otros terceros se agrupan,
destacando el don de gentes.
El cielo amenaza lluvia,
las suertes ya están echadas,
con la ayuda de la Virgen,
nuestra baza está ganada.
Si surgiera nerviosismo
o temores infundados,
las notas de una guitarra
les daría por sosegados.
Y un fandango en el silencio
a los que escuchan atentos,
les quita todas las penas
y volverían más contentos.
La caseta más Flamenca
parada y fonda de muchos
que buscan el reponer
si se quedan sin cartuchos.
Se da buena dinamita,
la que ofrece la guitarra,
con unas voces quebradas
y un buen tinto de pitarra.
Los corderos abundantes
en la finca los Barrancos,
lo comeremos después
lo guisan y ayuda Paco.
Por la tarde un buen pastel,
arroz, patatas y bacalao,
aunque cuesta hincarle el diente,
estamos muy desganaos.
Lo manda la tradición,
el subir hacia la ermita,
Virgen última y primera
se llama de Piedra Escrita
y también la Barranquera
En casa ya nos esperan
estamos en buenas manos,
esta noche en la caseta
beberemos otro trago.
Bailaremos soleares
y también por alegrías
para poner mejor broche
y así culminar el día.
Unas horas de descanso
y con fuerzas renovadas
para ir a la otra caseta
a terminar el programa.
Alegría, alegría, alegría,
se lo digo en un fandango
a toda la tierra mía
con la fuerza de un tornao
hasta rematar el día.
Se lo digo por fandangos
lo que yo quiero a mi pueblo
se lo digo por fandangos,
también yo quiero a mi Virgen
entronizada en su ermita
que vive allá en los Barrancos
y se llama Piedra Escrita.
DC Levita